El fundamento de colocar un balón gástrico dentro de la cavidad del estómago es conseguir una sensación de saciedad precoz tras empezar a comer y reducir así el volumen de comida ingerida.
Estas técnicas surgieron como una alternativa a la cirugía bariátrica restrictiva que consiste exclusivamente en reducir el tamaño del estómago. La implantación de un balón que ocupaba parte del estómago se reveló como una técnica reversible y menos invasiva que la cirugía
Hasta hace pocos años, esta técnica requería de una endoscopia con sedación para el implante del balón y otra, al cabo de unos seis meses, para deshinchar el balón y retirarlo.
Balón gástrico Elipse
Actualmente existe en el mercado un dispositivo único, el balón gástrico Elipse (https://allurion.com/es/balon-elipse-allurion) que no necesita endoscopia, anestesia ni cirugía para su implantación. El balón se ingiere como una cápsula en una sala provista de radiología simple. Tras la deglución, el balón se rellena con 500 cc de agua a través de un fino catéter que lleva conectado. Este catéter se desprende fácilmente tras comprobar, con una simple radiografía, que ha quedado correctamente ubicado en la cámara gástrica. El balón permanece en el estómago durante cuatro meses; pasado este tiempo, su pared, compuesta básicamente de silicona, se degrada por una zona específica, vaciando el contenido líquido y siendo expulsada por las heces como una tenue membrana.
Durante el tiempo que el balón está en el estómago, el paciente debe de ser acompañado de forma continuada ya que la reducción del volumen de alimento por sí solo no asegura la pérdida de peso. Hay alimentos muy calóricos que ocupan muy poco volumen. La presencia del balón facilita que el paciente pueda adherirse a la dieta con mayor fidelidad ya que disminuye adecuadamente la sensación de hambre.
La combinación de balón en fases iniciales y dieta proteinada a largo plazo consigue resultados óptimos para la consecución del peso adecuado y su mantenimiento.
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